La fecha fue instituida por la AFA, ante la propuesta del gremio de futbolistas en memoria del fenomenal gol de Diego Maradona a los ingleses en el mundial de México 1.986.
Aquella tarde, cuando los relojes marcaban las 16.09 en nuestro país, el capitán tomó la «lanza» y con pelota dominada, desde su propio campo comenzó a «apilar» rivales dejándolos casi ridículamente en el piso para marcar el denominado «Gol del Siglo».
Motivo más que valedero para recordar al emblema del fútbol nacional, que precisamente, a partir de esos dos goles ante Inglaterra, el primero con la «mano de Dios» que hoy no hubiera valido por el VAR, afianzó definitivamente su idolatría con el público.
Estaba muy fresco el recuerdo de Malvinas, Argentina necesitaba una alegría y todos sentimos que Diego ese día se convertía en General de la Victoria. Lo curioso es que El 10 vivía cuando fue instituido su día y nunca pudo disfrutarlo.
Antes, el Día del Futbolista se conmemoraba el 14 de mayo de cada año en recuerdo de otro gol argentino a Inglaterra. Porque ese día de 1.953, en el Estadio Monumental, Argentina ganaba 3 a 1 a los «inventores del football» con un gol de antología, conquistado luego de «gambetear 3 ingleses, por un tal Ernesto Grillo -jugador de Independiente que luego pasó a Boca Juniors.-
La fecha nos emociona a los que hicimos del fútbol un motivo de vida, que gritamos un gol con pasión desenfrenada e incomprensible para una persona común, que no conoce de fanatismos. Porque el fútbol es eso, «amor desmesurado» por un color determinado que no reconoce frontera ni razón. En definitiva un sentimiento.
Es gratificante entonces, saludar en este día a tantos futbolistas conocidos, millonarios en Euros o simples practicantes de corazón y en el medio el recuerdo permanente de aquellos que fueron «tejiendo» la historia «pampa» desde sus comienzos cuando el siglo pasado despertaba, pasando por cada década que dejó su estela con brillantes «estrellas» que marcaron su tiempo, hasta llegar a las últimas, impregnadas de nuevos esquemas táctico-tecnico y un particular profesionalismo en nuestras campos que queremos destacar en esta nota.
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Hoy nuestro fútbol Pampa está triste, sólo y abandonado a su suerte, por los que debieran velar por todos desde la Casona de calle Viamonte en Buenos Aires. Sin embargo la esperanza es siempre la esperanza por lo que en este día, además de saludarnos, esperamos que muy pronto, la pelota vuelva a ser motivo de emoción, de cariño y expresión de ese sentimiento indescifrable.
¡Salud amigos futbolistas de La Pampa!
Juan Carlos Carassay, locutor y periodista. Más de 50 años de pasión por la comunicación y el deporte. juancarloscarassay@gmail.com