Muy pronto el Caldén tendrá su Parque Nacional

Un año atrás compartimos la gran noticia de que la provincia de La Pampa estaba a un paso de tener el segundo Parque Nacional. Y hoy volvemos a compartir esta noticia, ya que falta muy poco para cumplir ese objetivo.

Desde #LPN hablamos con la Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, Natalia Sawczuk. Quien desde hace muy pocos meses se encuentra a cargo de la Dirección de Conservación de la Biodiversidad y Áreas Protegidas de la Subsecretaría de Ambiente, de la provincia de La Pampa, un área nueva. Lleva adelante, como principal tarea, trabajar sobre el proyecto de creación del nuevo Parque Nacional del Bosque de Caldén, el cual ha sido liderado durante 15 años por Fabián Titarelli, actual director de la Subsecretaría de Ambiente. 

Natalia es egresada de la UNLPam desde el año 2009. Dedicó sus primeros años como profesional a capacitarse sobre ambientes naturales, bosques y pastizales. Realizó un Doctorado en Agronomía, y se desempeña como docente auxiliar en la Facultad de Agronomía de la UNLPam.  Experiencia que la llevó a ocupar hoy este espacio de compromiso técnico, desde una dirección gubernamental. 

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“La Pampa posee entre el 70% y 75 % del bosque de caldén” nos cuenta. Desde el principio, el foco estuvo puesto en la búsqueda del sitio, donde lo primordial era encontrar un área que disponga un importante número de ejemplares de caldén, en buen estado de conservación y una vez hallado se avanzó con los requisitos que se pautan desde Parque Nacionales. Se marcó un “polígono” de aproximadamente 100.000 hectáreas, donde se llevó a cabo un relevamiento para verificar el estado de conservación y el entorno general que lo rodea. 

El nuevo Parque Nacional, el segundo de la provincia, poseerá un área de 20.000 hectáreas que serán de “estricta conservación”, donde nos menciona que no estarán permitidas actividades productivas. Se localizará al oeste de las localidades de Telén y Victorica, al límite con la provincia de San Luis. 

Lo que motivó la selección, principalmente, fue avanzar en el estado de conservación del bosque de caldén y su entorno. Es fundamental saber que “el caldenal es un ecosistema endémico propio de Argentina, ambiente único en el mundo, y son pocas las extensiones que quedan en el país a raíz de la sobreexplotación a lo largo del tiempo”, explaya.

Proteger la naturaleza y generar nuevas actividades productivas

Se trata también de acompañar el proyecto con una “reactivación económica de la zona y de la provincia”, generando la “concientización de la sociedad sobre la protección de la naturaleza”, con el fin de no perjudicar a los habitantes y productores, abriendo las puertas a una nueva actividad como el ecoturismo, espacios recreativos y educativos para concientizar sobre la importancia de proteger el bosque pampeano, circuitos de identificación de especies nativas tanto en flora como fauna, avistaje de aves. 

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Otro de los objetivos propuestos, es mantener hectáreas dentro del parque identificadas como “áreas buffer o de amortiguación” destinadas a la actividad productiva, donde los productores que hoy día utilizan las tierras para la actividad ganadera, puedan continuar realizándola respetando las normas del nueva paradigma ecológico.  

¿Cómo transmitir a la sociedad local, y por que nó internacional, sobre la importancia de este nuevo parque? Educando, concientizando, dando a conocer a la sociedad sobre el ecosistema del caldenal. No solo es al árbol de calden al que se busca proteger, es un refugio de aves, fauna, y flora propios del lugar, proveedor bienes y servicios, que como ya dijimos es endémico y único en el mundo. 

En el paso a paso es fundamental, dar el paso correcto, para eso se trabaja con el entorno. “Se creó un equipo técnico capacitado para relevar todo lo que conlleva tanto en lo ambiental como en al área social, identificando a los que habitan la zona y productores locales. Brindándoles la información de lo que se llevará a cabo y la importancia de tal acción con respecto al sitio en sí, lo cual se hará por medio de talleres de difusión”, cuenta.

Para la viabilidad de este proyecto, nos comenta que intervienen tanto instituciones públicas como el Ministerio de Ambiente de Nación, Administración de Parque Nacionales -fundamental para el planteo de las pautas a seguir para que sea declarado Parque Nacional-, la Subsecretaria de Ambiente de la provincia, tomando un compromiso de trabajo en equipo, y por otro lado también están presentes diferentes ONG quienes donarán el dinero para la compra de las tierras. 

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Conservar

 Existen varias acepciones del término, pero todas apuntan a lo mismo. Algunas de ellas:

“Del latín conservatĭo, la acción y efecto de conservar: mantener, cuidar o guardar algo, continuar una práctica de costumbres”. Generalmente este término se identifica con lo ecológico, con la naturaleza en sí. 

“La protección, preservación, manejo o restauración de ambientes naturales y las comunidades ecológicas que los habitan. Incluye el manejo del uso humano de recursos naturales para el beneficio del público y utilización sostenible, social y económica”.

“El cuidado y el mantenimiento de un recurso natural para asegurar que no desaparezca”.

La conservación no es una tarea sencilla, y menos la conservación de un ambiente natural, el cual puede ser muy dinámico. Nos vemos enfrentados a un sistema con comportamiento propio. 

¿Qué pasa si el hombre no interviene? 

Pensemos en el patio de la casa, ¿qué sucede cuando no cortamos el pasto y podamos las plantas durante años? El sitio se volverá un tanto molesto para nuestro andar, se llenará de especies y plagas que no nos interesan, de enfermedades que tendrá que combatir solo, o morirán aquellas especies más afectadas o débiles, no ingresará la luz para dar nuevas vidas. Y con el pasar del tiempo se creará su propio microclima, donde solo persistirán las especies más resistentes. 

De esto hablamos cuando decimos “conservar” un ambiente. Proteger su esencia con los manejos adecuados para no perderlo en el tiempo, con la intervención del hombre. Ya sea, desde la limpieza de vegetación muerta que se convertirá en combustible para futuros incendios, seguimiento de las especies vegetales y/u animales nativas que se mantienen en el tiempo. Creación de espacios de interpretación para el conocimiento de la naturaleza, reintroducción de ejemplares nativos que ya no se encuentren en el área.

Y la simple y compleja tarea de «enseñar a contemplar” un ambiente nativo único en el mundo como lo es el Bosque de Caldén. 

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