Proyectar y construir en una esquina siempre supone un desafío mayor que hacerlo en un lote convencional. Ya sea que se trate de una casa, de una institución o de un comercio hay que hacerse una serie de preguntas claves: ¿cuál es el frente? ¿por dónde se accede?
Una esquina presenta, al menos, dos fachadas a resolver. Dos fachadas significan tener más superficie en contacto directo con la calle. Entonces, generar espacios de intimidad se convierte en un desafío mayor para el proyectista.
Otras cuestiones a tener en cuenta son: dónde y cómo ubicar un espacio verde o expansión exterior, dónde o cómo ubicar un garaje. Sobre todo en lotes urbanos de medidas estrechas y reglamentaciones varias.
Además de todas estas variables que forman parte del libreto de comedia-dramática entre profesional y comitente, el hecho de construir en esquina obliga al profesional a dialogar (o no) con la ciudad. Revela su postura hacia el espacio público. Existe una responsabilidad profesional al momento de construir y hacer ciudad.
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En esta nota se resaltan tres casas santarroseñas de espíritu modernista, construidas durante la década del 60‘, que resuelven airosas todas estas complejidades. Creatividad, oficio y calidad por partes iguales.
La casa personal del Arquitecto Luis Tierno, la primera casa proyectada por el Arquitecto Jaak Swinen en la ciudad y una de las “casas portal” al Barrio Fite, firmada por el Ingeniero Savioli.
Mitre 203
La casa del arquitecto Luis Tierno. Planos suspendidos, calados, volúmenes que avanzan, volúmenes que se retraen o se convierten en canteros, parasoles metálicos, parasoles escultóricos, persianas corredizas, superficies espejadas, superficies ladrilleras, revocadas y revestidas. Profusión de tonalidades y texturas.
Composición ambiciosa y lograda para la casa de un arquitecto muy joven por ese entonces. Con el devenir del tiempo Tierno pulirá, sintetizará y adaptará el mismo sistema de elementos compositivos en muchísimas otras casas, dejando su impronta en toda la ciudad.
Los metros cuadrados de su casa personal están aprovechados al máximo. El garaje, al estar hundido, pasa desapercibido. No hay un gran jardín y no es necesario. El espacio interior de la casa es el propio jardín y sus cuadros, las flores.
Para mí es una suerte de casa-bosque o de casa-monte. La interioridad de la casa se organiza a través de un elemento vertical protagonista: la chimenea, revestida en piedras traídas de 25 de Mayo. Una columna pétrea, como si del tronco de un gran árbol se tratara, alrededor de la cual se van desplegando los diferentes espacios a diferentes alturas y en diferentes niveles. Arquitectura I.
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Lisandro de la Torre 445
La primera casa proyectada por Jaak Swinen en Santa Rosa para el doctor Srur es otra única. No hay ninguna que se le parezca en la ciudad y me animo a decir, en la provincia. La casa resuelve un programa casi olvidado en estos días: el consultorio/estudio integrado a la vivienda. En este caso es un consultorio médico con entrada por calle 25 de Mayo.
Cuando pasen caminando por allí, les invito a ver (y a tocar) el mármol que reviste la fachada cubriendo la altura peatonal. Una maravilla. Este proyecto comparte con la casa anteriormente comentada algo esencial: la organización del espacio a través de un elemento escultórico vertical y central.
La diferencia radica en que en la primera casa, la de Tierno, ese elemento es interior, no lo vemos desde afuera, mientras que en la casa de Swinnen sí aparece en el exterior.
Es el cilindro central revestido en venecita que conforma la escalera y desde donde salen “volando” la primera y la segunda losa. Planos suspendidos que reconfiguran la esquina con determinación y crean una terraza de película. Clara influencia de Frank Lloyd Wright en ambos profesionales. Arquitectura II.
Cuando pasen caminando por allí, les invito a ver (y a tocar) el mármol que reviste la fachada cubriendo la altura peatonal
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Av. España 84
La casa de Gogo Fonseca y su familia, en una de las entradas al Barrio Fite, proyectada por el Ing. Savioli y construida por la empresa TODAM (Torroba & D’Adam) entre la década del cincuenta y del sesenta. En esta casa no hay elementos centrales escultóricos y si hay un impecable reticulado de vigas y columnas de hormigón armado a la vista. Una osadía para la época. Gogo era un vanguardista, una persona aficionada al diseño que amaba su casa.
Parte del encanto de esta obra reside en cómo entran y salen los volúmenes de esa retícula y en la elección de los revestimientos para cada uno de ellos: ladrillo visto, madera, y unos cuadraditos blancos colocados en diferentes planos que me vuelven loca. Hacen juegos de luces y sombras entre ellos, contrastan con el cielo celeste-pampa.
El otro acierto es la implantación. El programa con los volúmenes principales de la casa se pegan al lote vecino, dejando la esquina liberada. En planta baja resuelve un lugar de guardado de coche y en la planta alta, la terraza más linda de la ciudad. Me imagino un par de sillas BKF, mesita, copas, y listo, verano asegurado. Arquitectura III.
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Resolución de Esquinas
Las tres casas comparten vocación de hacer ciudad.
Con decisiones proyectuales ceden espacio propio para integrarlo al espacio público y así generan un espacio híbrido/intermedio (Tierno y Swinnen) o permiten visuales largas al caminante (Savioli) Crean una transición, una continuidad visual y espacial entre lo público de la ciudad y lo privado de la vivienda.
El resultado es un plus para todos. En el vocabulario de arquitectos diríamos: “desmaterializan la esquina”, la vuelven permeable, juegan con el espacio.
Tierno ubica el acceso retraído de la línea municipal y el volumen de la planta alta en voladizo sobre la esquina genera un porche o recibidor exterior. Un hall urbano.
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Swinnen construye un muro curvo en la ochava, nos regala esa gentileza revestida en piedra. La curva permite un pequeño espacio verde y la losa que flota sobre nuestras cabezas termina de completar la escena.
En ninguno de los dos casos hay columnas ni nada que interrumpa visual ni espacialmente el espacio intermedio, el espacio de encuentro.
En la casa del Barrio Fite, si bien las columnas del reticulado apoyan en el suelo, la relación entre llenos y vacíos está tan bien lograda que vuelve visualmente liviano algo que materialmente no lo es. Ese equilibrio compositivo del proyectista regala al peatón o al conductor, la visual extendida del garaje y de la terraza.
Son gestos. Decisiones que hacen la diferencia en la trama de la ciudad.
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Agradecimientos: a los propietarios y familiares de las obras y de los profesionales mencionados que comparten generosamente sus historias. Al Arquitecto Luis Tierno y su esposa Alicia, a Lucas Swinen, a la Inmobiliaria D’Adam y a la esposa de Gogo Fonseca.
Arq. Ana Pessio. Arquitecta UBA. Paisajista. holaabracasa@gmail.com
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