Todos los 14 de junio se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Donante de Sangre. En 2005, la Asamblea Mundial de la Salud decidió celebrar anualmente este evento, con el objetivo de festejar y agradecer a los donantes voluntarios de todo el mundo. Además se convirtió en un momento particularmente propicio para adoptar medidas dirigidas a lograr el acceso universal a las transfusiones de sangre sin riesgos.
Cada donación es un regalo muy valioso que salva vidas. Donar sangre periódicamente es fundamental para disponer de un suministro de sangre inocuo y sostenible. Una de las estrategias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es ayudar a los países de ingresos bajos y medianos del mundo a mejorar la disponibilidad y la calidad del plasma humano.
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La donación voluntaria y periódica es un sostén fundamental de todo el sistema de salud, ya que permite abastecer los bancos de sangre que luego brindan los componentes sanguíneos a los Servicios de Transfusión para urgencias, operaciones y tratamientos crónicos.
Bajo el lema «Doná sangre, doná plasma, comparte la vida, compártela frecuentemente» se busca resaltar el papel que todos y cada uno puede desempeñar haciendo donaciones de sangre habituales. Las transfusiones de sangre y sus productos ayudan a salvar millones de vidas al año.
Contribuyen a que pacientes con enfermedades potencialmente graves, que también pueden ser mortales, vivan más tiempo con mejor calidad de vida, y posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas.
La donación de sangre en La Pampa
Ana Paula Portales, hematóloga, jefa del Servicio de Hemoterapia de la Provincia habló sobre la importancia de contar con donantes habituales, «el lema de este año busca promocionar la donación de sangre y explicar por qué es tan importante y necesario que la población tenga acceso a sangre en cantidad suficiente y que además sea sangre segura”.
“Lo que se busca resaltar es la importancia de la donación habitual, entendiendo que en muchos casos la sangre es el único tratamiento que tiene una persona que necesita vivir de transfusiones, tal puede ser el caso de pacientes oncológicos, como así también de personas que tienen enfermedades congénitas y van a necesitar de transfusiones regulares para poder vivir. Esto es compartir vida, porque vos estás permitiéndole a otra persona vivir a través de lo que uno donó«.
Ana Paula Portales, hematóloga, jefa del Servicio de Hemoterapia de La Pampa
Ana Paula agrega que: “El potencial donante tiene que tener entre 18 y 65 años y ser una persona saludable. Que la persona que quiera donar se acerque y que nosotros les vamos a explicar. Lo más probable es que esa persona sí pueda donar. Hay que promocionar que vengan, que pregunten, que generalmente van a poder donar”.
¿Cómo donar sangre en La Pampa?
“Tienen que venir con el DNI y se hace una entrevista para ver si la persona es apta para donar sangre. Esto tiene como fin asegurarnos de que a la persona no le haga mal donar y que le haga bien a la persona que la vaya a recibir. El proceso de donación dura entre 15 y 20 minutos, la extracción puntualmente entre 10 y 15. Después de donar se queda en una sala de reposo y luego lo invitamos con un desayuno. Lo ideal es que la persona venga desayunada evitando alimentos pesados y que tengan grasa. Un café y una fruta o un vaso de jugo es lo ideal”.
Ana Paula Portales, hematóloga, jefa del Servicio de Hemoterapia de La Pampa
En la provincia los espacios disponibles son: todos los días se realizan extracciones en el Hospital René Favaloro, en el Hospital Centeno de General Pico, en Macachín la cooperativa donde hacemos colectas mensuales, en General Acha y en Bernasconi vamos a estar en octubre, pero es una colecta puntual que se armó, algunas instituciones pueden llamarnos y vamos a organizar una colecta de sangre en ese lugar. A veces vamos a la Municipalidad, a la Afa, a Vialidad, comenta Ana Paula.
¿Quiénes pueden hacerlo y hasta cuántas veces por año?
Solo se puede asegurar un suministro suficiente mediante donaciones voluntarias y habituales. El donante debe ser mayor de 18 y menor de 65 años, tener una vida saludable, pesar más de 50 kilos.
Donantes habituales: son voluntarios y habituales aquellas personas que donan su sangre de manera anónima y periódica, sin que nadie se lo solicite, sin responder a la necesidad de un paciente específico. Los hechos demuestran que estos donantes son los que garantizan la mayor seguridad transfusional.
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Portales explicó que “durante el año 2022 se realizaron en promedio 108 transfusiones mensuales de sangre en el Hospital Lucio Molas, para eso necesitamos de la voluntad de la población. La sangre solamente se adquiere a través de las personas, la empatía y la solidaridad, son claves en este proceso«.
Testimonio de dos donantes
Poco después de cumplir 18 años, Alberto se acercó a donar sangre por primera vez. Lo hizo en Italia, el país en el que nació, a través de una asociación benéfica especializada en este tipo de procedimientos. Con el paso del tiempo, ese gesto se fue convirtiendo en un hábito y cada tres meses volvía a “poner el brazo”.
Hace 25 años, dejó su pueblo y se mudó a la Argentina. De a poco se fue acomodando a una nueva vida a miles de kilómetros de distancia, adquirió otras rutinas, pero nada apagó la chispa de aquella acción altruista que le quedó grabada y que trajo consigo desde el otro lado del océano.
“Cuando llegué a Buenos Aires, busqué la forma de seguir con la donación voluntaria. No cuesta nada hacerlo, solo hay que superar los miedos que uno pueda tener por desconocimiento. Hay muchos fantasmas alrededor de la donación, pero puedo decir por experiencia personal que no pasa nada, no duele. En mi caso, lo hago porque sé que sirve para gente que sufre un accidente o tiene operaciones. Siempre digo que hoy le puede tocar a uno, mañana a otro. Es una forma de ayudar a los demás”.
“Además, después te dan un desayuno muy rico”, bromea con un tono distendido mientras su sangre fluye desde su brazo derecho por una vía. La de Alberto es una de las historias que día a día se escriben en silencio, pero que tienen un impacto muy positivo en nuestro sistema de salud.
La donación voluntaria es un eslabón fundamental para que los bancos de sangre cuenten con los suministros necesarios para responder en tiempo y forma a la demanda de urgencias, tratamientos crónicos e intervenciones quirúrgicas.
¿Cuál es la situación actual en la Argentina?
“Poco a poco y con mucho esfuerzo hemos ido recuperando los donantes perdidos a partir de la pandemia de coronavirus. Hubo acciones que llegaron para quedarse: los turnos para evitar sobreexposición, las distancias sociales y las medidas de higiene y seguridad. También se incrementó el número de donantes voluntarios y altruistas que responden al llamado frente a las necesidades de algún paciente, desconocido para ellos”.
Dra. Susana Anhel (MN 1454), jefa Bioquímica de la Fundación Swiss Medical
La fecha, impulsada por la OMS, tiene por objetivo reconocer a los millones de voluntarios que donan regularmente a nivel global y, a su vez, generar conciencia para que otros se sumen y de esa forma fortalecer la rueda que garantiza la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre con fines médicos.
¿Por qué es tan importante la donación voluntaria?
Una vez que una persona realiza una donación, “las unidades de sangre deben ser procesadas (separadas en hemocomponentes), estudiadas para enfermedades transmisibles y conservadas a la temperatura y el tiempo correspondientes (glóbulos en heladera 35-42 días, plasma congelado 1 año y plaquetas a temperatura ambiente 22°C durante 5 días). Todo este proceso demora un tiempo que debe ser tenido en cuenta ante las urgencias por accidentes o cirugías”, detalla la doctora Anhel.
Las plaquetas son un insumo particularmente sensible, dado que por su tiempo de vencimiento los bancos necesitan un recambio permanente para poder abastecer a aquellos pacientes que las necesitan para tratamientos oncológicos o cirugías. De cada una de las donaciones se separan 3 o 4 hemocomponentes: glóbulos rojos, plasma, plaquetas; y del plasma, a su vez, se obtienen los crioprecipitados que son ricos en factores de coagulación.
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Una vez separados los glóbulos por centrifugación, se congela rápidamente a -80°C para conservar la actividad de dichos factores. El remanente no utilizado, y de acuerdo con la Ley de sangre 22990, se envía a la Planta de Hemoderivados de la Universidad de Córdoba –que tiene la mayoría de los donantes altruistas de plasma, ya que es una de las pocas plantas productoras de Latinoamérica- donde es procesado, inactivado con técnicas antivirales y transformado en hemoderivados para la industria farmacéutica, como por ejemplo Albúmina Humana y Gammaglobulina hiperinmune.
“El objetivo como banco de sangre y como país es lograr que cada vez haya más personas altruistas fidelizadas con la donación de modo de tener siempre disponibles dichos hemocomponentes, como también que podamos lograr cubrir la demanda con los donantes voluntarios y altruistas sin necesidad de sumar angustias a los pacientes y familiares pidiendo la colaboración de donantes de ‘reposición’”.
Dra. Susana Anhel (MN 1454), jefa Bioquímica de la Fundación Swiss Medical
Los donantes habituales forman una red de sangre segura y, por otro lado, su salud es controlada periódicamente con cada donación. Este punto es especialmente destacado por Alberto, el “tano” que se enamoró de la Argentina hace un cuarto de siglo. “Es una forma de mantenerse controlado, porque no solamente te extraen sangre sino que además te chequean cómo estás. De esa manera, se combina una vida saludable y la posibilidad de ayudar a los demás”.
¿Cuál es el destino de la sangre que donamos?
Las internaciones que habitualmente requieren mayor cantidad de transfusiones son las cirugías cardiovasculares, los tratamientos oncohematológicos, los partos complicados y la asistencia a los recién nacidos. A esto se suman las urgencias como, por ejemplo, la atención de víctimas de accidentes de tránsito graves.
“En cuanto a los trasplantes, no se podría realizar ninguno, ni de médula o de órganos sólidos, sin el soporte del banco de sangre y los hemocomponentes de los donantes voluntarios. Los tratamientos de las leucemias requieren transfusiones diarias de plaquetas en dosis dependientes del peso corporal. Por ejemplo, un paciente de 60 Kg necesitará alrededor de 6 unidades de plaquetas por día para mantener su hemostasia y en una semana se transfundirían 42 unidades de plaquetas, provenientes de 42 donantes de banco. Si fuesen únicamente donantes de plaquetas con menor número de donantes (3 o 4) se pueden cubrir las transfusiones necesarias”.
Dra. Susana Anhel (MN 1454), jefa Bioquímica de la Fundación Swiss Medical
En muchos casos, los familiares y amigos que acompañan a un paciente en alguna de estas intervenciones experimentan en primera persona la importancia de contar con sangre disponible y se acercan a donar. Ese fue el caso de Ana: primero asistió a su papá y años más tarde a su hermana, quien atravesó una larga lucha contra un tumor.
“En ambos vi la mejoría que les generaba cada transfusión. Especialmente en mi hermana, que tenía un color muy pálido a causa de la enfermedad, y cada vez que recibía sangre salía revitalizada. Aunque pasen los años, la imagen de sus cachetes rojos no la voy a olvidar y hoy es mi motor para donar sangre para los demás”, cuenta Ana.
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El mayor desafío en la actualidad es lograr que otras personas hagan ese mismo “clic” que vivió Ana, para tomar conciencia de que solo a través de la donación de sangre podrán seguir realizándose trasplantes o cirugías complejas.
La doctora Anhel aclara que “las preparaciones farmacéuticas pueden suplir algunos factores de coagulación, pero hasta ahora la parte celular (glóbulos y plaquetas) depende de un humano que voluntaria y altruistamente done parte de sí para que otros sanen o vivan”.
“Si las personas piensan en esperar a que alguien de su familia necesite una transfusión para donar sangre, seguramente llegarán tarde para las urgencias y emergencias. Los hemocomponentes deben estar listos, estudiados y liberados en los servicios de transfusión para que los pacientes los tengan disponibles en tiempo y forma. Así todos irán formando la ‘rueda’ de donantes seguros para que no haya que postergar tratamientos en los pacientes, familiares o no”.
Dra. Susana Anhel (MN 1454), jefa Bioquímica de la Fundación Swiss Medical
¿Dónde donar Sangre en La Pampa? En el Hospital “René Favaloro”, Raul B. Diaz 2111, Santa Rosa, o comunicarte al (2954)383700 int. 7040. También se puede donar en el Hospital Gobernador Centeno, C. 17 Oeste 500-598, General Pico. Requisitos: Ser mayor de 18 años y menor de 65. Acercarse con DNI y pesar más de 50 kilos.
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