Una carta abierta a los senadores pampeanos

Señores senadores, me dirijo a ustedes a los efectos de recordarles que su actual banca política no es más que el resultado de elecciones democráticas, en las cuales buena parte del pueblo pampeano los eligió como sus mejores representantes, con la simple finalidad de que sean quienes mediante su investidura sepan defender los intereses de nuestra provincia.

Simplemente me gustaría recordarles que provenimos de un conjunto de antaños «Territorios nacionales» (etapa que antecede la conformación de la denominada provincia Eva Perón en 1951, y que a posteriori daría paso al actual termino: La Pampa) los cuales lamentablemente supimos sufrir durante mucho tiempo la falta de representatividad en las altas esferas políticas del Estado, con las lamentables consecuencias que hicieron ver reducir nuestro antiguo territorio en desmedro de provincias vecinas, como así también cabe recordar que esta misma falta de representatividad fue la génesis del histórico atropello que ha llevado adelante la provincia de Mendoza (quien obtiene esa categoría en 1820) sobre nuestra escasa hidrografía; como lo demuestra el caso del río Atuel y en la actualidad la problemática del río Colorado.

Por todo lo expuesto anteriormente, cabe recordarles que, llevan en sus hombros la pesada carga histórica producto de haber carecido durante mucho tiempo del poder político que hoy les confiere sus investiduras .

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Por otro lado me gustaría expresarles mi plena disidencia con el aumento de sueldo votado días atrás en el Senado, por su absoluta desproporción en comparación con la actual realidad que vive nuestra provincia y que no escapa en lo más mínimo a lo que sucede en el resto de un país sumergido en un notable retroceso socioeconómico producto de errores que cada uno sabrá valorar según su ideología política.

Me gustaría recordarles también que para ser un digno representante, se necesita una pizca de empatía y solidaridad para con sus representados, por lo que me pregunto sí en realidad consideran que su postura representa al obrero pampeano que entregó toda su vida en pos del desarrollo de nuestra provincia y hoy recibe una jubilación mínima, o a aquel gringo rural que con sus rústicas manos todos los días sale a la pradera tratando de fortalecer la economía pampeana, sin contar con 20 ó 40 asesores que lo ayuden; o la docente que debe trabajar doble turno para lograr escapar de la pobreza, o hasta aquel sindicalista que lucha por recuperar el sueldo de sus representados y solo recibe ¿migajas?

Finalmente, es mi anhelo que a futuro tratasen de escapar del viejo paradigma de políticos cuasimonárquicos en el que suponen que el pueblo debe prestarles pleitesía aún frente a sus actitudes absolutamente erróneas y egoístas, y que mejor se centren en desarrollar una nueva forma de hacer política donde tengan siempre presente al conjunto de conciudadanos que representan y fundamentalmente recordarles que el erario público es producto del esfuerzo de toda la Nación, por lo que un poco de empatía, transparencia y eficacia en su gasto no sería nada malo, ya que como afirmara el científico y escritor alemán Georg Lichtenberg: «cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto».

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José Daniel Fornerón. DNI 16958597. Docente de Geografía en General Pico. josedanielforneron@hotmail.com

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