El Prado Español: un suceso inolvidable

Don Justo Tierno era presidente de la institución Hispana cuando fue inaugurada la hermosa obra del muy esperado Prado Español.

En la tarde del 14 de noviembre de 1.936 comenzaba el momento de esplendor de un lugar destinado a toda la comunidad cuyas familias pasaban el día entero con actividades deportivas, culturales y sociales.

Tanta fue la expectativa de los vecinos aquella vez, que la empresa Sastre, de Transporte Público de Pasajeros, «fletó» micros cada 15′ desde la entonces Plaza Mitre – luego Gral. San Martín – a razón de 10 centavos pie cabeza, para un viaje de no más de 8 cuadras.

Canchas de Pelota a Paleta, Tenis, Básquetbol, Bochas, quinchos, pista de Baile y escenario para fiestas y romerías, además de la muy moderna piscina de 25 metros para la práctica de la natación deportiva o recreativa fueron principales atractivos de la «nueva oferta». Viejos datos de época dicen que costó la obra $ 70.000. Hoy no comprarían una canilla con ese dinero.

Puedo asegurar que el Prado Español cumplió durante muchos años una función ultra importante para la comunidad santarroseña.

El 23 de de junio de 1.940 se constituía como entidad autónoma el Club El Prado aunque la Asociación Española continúa siendo su propietaria.

La debacle

Con el correr de los años y debido a la falta de inmigrantes españoles en la Argentina, esta entidad comenzó a tener inconvenientes (como las de otras latitudes) para mantener sus propiedades y estructura, que generan gastos permanentes y flacos ingresos.

Es así que el manejo del gran teatro fue cedido a la Municipalidad de Santa Rosa y El Prado pasó a ser Club solventado por sus socios que, con el tiempo y ante otras ofertas, comenzó su decadencia.

Así, pasó por un tiempo a manos del Club Atlético Santa Rosa y como tampoco funcionó porque coincidió con un mal momento Albo, el viejo y querido Prado pasó a ser tutelado por la Municipalidad, que igual no pudo darle un soplo de esperanza en algo mejor. El deterioro es lamentable.

Sin embargo hay una actividad que anda muy bien y es la Pelota a Paleta. Hoy es la mejor y más moderna de la ciudad con cómodas instalaciones y Blindex en el rebote. Un chiche, pero esto se debe al esfuerzo personal y económico de un grupo de muchachos Pelotaris liderados por Juan Carlos Desuque, por lo que el nombre del legendario frontón lleva muy merecidamente su nombre. Y lo administran muy bien, incluso en este momento están mejorando sus instalaciones.

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El futuro

Sobre el futuro de esa legendaria manzana santarroseña, cuna de grandes campeones, lugar de encuentro permanente de familias y vecinos que allí disfrutaron hermosos días, muchos de los cuales encontraron el amor y criaron a sus hijos en un ambiente cálido, de pura amistad, es prematuro opinar.

Los dueños del Predio no pueden ni quieren ponerlo en marcha, por eso lo han puesto en valor y no hay mucho que pensar. Una empresa privada evaluaría mucho el factor costo-beneficio. Habría que ver si al Gobierno le interesa o tiene algún plan para darle un curso favorable para «reverdecer viejos laureles».

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Hoy las redes sociales suelen ser un termómetro para «palpitar» una situación y no son pocos los que manifiestan que El Prado debería ser declarado Patrimonio Histórico de la ciudad como primera medida. Tal vez haya novedades en los próximos días.

Eso sí, tantos vecinos que compartieron muchos días, meses, años de amistad, deportes y sana alegría, verían con mucha pena y lágrimas contenidas, que el querido Predio termine loteado y en aras del Progreso (y buenos negocios inmobiliarios) terminen elevándose allí inmensos gigantes de cemento y acero con vista a la laguna Don Tomás, que entierren para siempre, 100 años de nuestra rica e inolvidable existencia.

Se abrirá sobre este tema un abanico impensado de opiniones con fundamento o sin él y es posible, muy posible, que el dinero le gane «por nocaut», algún día a la nostalgia, los recuerdos y el amor. A menos que surja una idea, un proyecto, un plan o iluminado, que permita cambiar la cruda realidad que es contemplar el momento actual de «nuestro querido Prado».

Sólo el tiempo nos develará la incógnita.

Juan Carlos Carassay, locutor y periodista. Más de 50 años de pasión por la comunicación y el deporte. juancarloscarassay@gmail.com

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