María Candela Salvador es parte de la red Feministas Trabajando y se encarga de acompañar a víctimas de casos de violencia de género brindando información sobre el proceder burocrático y acompañamiento emocional. Desde el inicio de la pandemia, han acompañado a aproximadamente 4.000 mujeres.
“Las víctimas se contactan con la red y las compañeras las comunican conmigo. Comenzamos teniendo una entrevista en un lugar neutral, donde se sientan seguras y en un círculo de confianza”.
María Candela Salvador
Una vez obtenidos los detalles de la historia, se les informa cómo deben actuar para poder llegar a una resolución judicial, en la mayoría de los casos, hasta que tenga una orden de restricción o el botón antipánico.
No sorprende que sea una red feminista la que contiene, ayuda y se mantiene en pie de lucha hasta conseguir resultados tangibles en una cultura donde los hechos demuestran que a pesar de no quedarse calladas puede pasar igual es “por eso hay que reconocer el trabajo de cada una de las mujeres de la agrupación Feministas Trabajando”.
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El apoyo judicial resulta una obviedad ante la lejanía de la laberíntica jurisprudencia a la cotidianeidad de la ciudadanía, lo cuestionable es que el apoyo emocional resulte inherente del mismo dada su brutalidad.
“A las víctimas se las hace declarar hasta 3 veces, bajo preguntas innecesarias y faltas de perspectiva de género. Revictimiza a las mujeres y las hace recordar el hecho en bucle. Esto es solucionable con capacitación. Por eso el acompañamiento desde mi lugar de mujer y abogada (desde el 2007) con discapacidad, desde la solidaridad y la sororidad”.
María Candela Salvador
“Actuamos rápido porque no queremos que las pibas terminen en un hospital o en un ataúd para que haya justicia. No queremos más Úrsulas en el país”. Menciona el caso que explotó la cultura del morbo de los medios de comunicación, quienes mantuvieron por días titulares donde se mencionan las 18 denuncias realizadas por la víctima.
En la Argentina, hubo 1995 feminicidios en los últimos siete años, entre el 3 de junio de 2015 y el 25 de mayo de 2022, periodo de tiempo en el que el movimiento Ni Una Menos estaba consolidado y con movilizaciones nacionales, recordando que la batalla en las calles no es suficiente.
Llevar la experiencia personal a la transformación colectiva
María Candela recibió aprietes por parte de autoridades provinciales, pero no deja que eso aplaque sus convicciones. “Diariamente escucho machitos que me dicen que me deje de joder, que me quede tranquila en casa, pero yo estoy habilitada para acompañar a las pibas por la ley 26.485”.
El coraje y la determinación con el que defiende sus ideales por sobre tentaciones terrenales fueron moldeados en el primer juicio de violencia de género doméstica en el que se involucró: el de ella misma.
En agosto de 2017 fue a juicio contra su progenitora por 27 años de violencia económica, simbólica, física, emocional y psicológica, que su progenitor avaló. “Después de trabajar tres años y medio en el Ministerio Público de Defensa, a cargo del Dr. Eduardo Luis Aguirre, me di cuenta de la anormalidad de la violencia”.
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Reconoció que aquellos insultos constantes por su discapacidad no eran naturales, que el control sobre sus cuentas bancarias tampoco y mucho menos la manipulación ejercida sobre su círculo de cercanos. Este capítulo de su vida la llevó a desarrollar el coraje y la empatía necesarios para transformar el poder judicial en un ámbito seguro y accesible para la mujer.
“Tuve una entrevista de aproximadamente 4 horas con el equipo interdisciplinario de la Oficina de violencia domestica de la mujer del Poder Judicial de La Pampa y determinaron altísimo riesgo de suicidio y decidieron por unanimidad que ganaba el juicio. La Justicia fue asertiva, lo que me hizo confiar en ella”.
María Candela Salvador
Dada la extrema vulnerabilidad en la que se encontraba ante sus violentos, actuaron rápido. Es esta experiencia asertiva, lo que la guía a comprometerse y asegurar un eficiente accionar judicial para evitar aumentar la cifra nacional de feminicidios.
En el caso de necesites contactarte o conozcan a alguien que necesite acompañamiento en un caso de violencia de género, doméstica o institucional, pueden comunicarse con la Red Feministas Trabajando.
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