Casi tres mil de los más de 20.000 voluntarios inscriptos para la prueba de la vacuna BNT162b2 desarrollada por Pfizer y BioNTech ya recibieron la primera dosis de la vacuna, que fue «muy bien tolerada por todos los participantes».
Hoy -26 de agosto- se celebra en Argentina el Día del Vacunador. La fecha fue instaurada en 2019 en homenaje al nacimiento del doctor Albert Sabin, creador de la vacuna oral contra la poliomielitis, la cual junto a la creada por el doctor Jonas Salk, frenaron la pandemia que asoló al país en 1956.
Desde el grupo de investigación explicaron que sólo se «reportaron síntomas leves como fiebre y dolores locales en la zona de aplicación», coincidentes con «los relevados en Estados Unidos y Alemania, donde también se realizó el testeo de eficacia».
“Estamos trabajando día y noche en preservar los más altos estándares de profesionalidad para el cuidado de la salud y la privacidad de los más de 4.500 convocados al testeo”, dijo Fernando Polack, investigador principal del estudio.
Por su parte, Gonzalo Pérez Marc destacó que «la intención del equipo médico que lleva adelante este estudio es cumplir con las más estrictas normas éticas centradas en el respeto por la autonomía de los voluntarios y en la confidencialidad de los datos personales durante todo el proceso”.
Esta vacuna contempla dos dosis con un intervalo de 21 días entre una y otra, y adicionalmente el estudio prevé el seguimiento de los pacientes durante dos años con visitas programadas al Hospital Militar Central, el centro médico donde se desarrolla la prueba en Argentina.
El ensayo clínico tiene un diseño denominado «doble ciego», esto significa que la mitad de las personas recibe la vacuna y la otra mitad un placebo, sin que médicos ni pacientes conozcan qué administran o reciben para garantizar la objetividad de los resultados.
Para la evaluación de los pacientes se utiliza un sistema electrónico de monitoreo, operado por los voluntarios por medio de una App, que es atendido por un equipo médico de vigilancia.
Si todo sale como está previsto, el enrolamiento de los 4.500 pacientes contemplados en el ensayo clínico terminará entre los últimos días de agosto y los primeros de septiembre.
Para llevar adelante este programa, más de 700 personas trabajan en la atención médica, las consultas diarias y los traslados de los voluntarios desde el domicilio hasta el Hospital Militar Central y viceversa.
Télam.