Cada vez son más personas las que se animan a viajar y trabajar por el mundo y postularse para trabajar como voluntario es una de las formas para poder hacerlo. Desde #LPN exploramos cómo son los voluntariados a través del relato de Candela Benítez, una viajera pampean que trabaja actualmente en Inglaterra.
En la sección Pampeanos en el Mundo compartimos diversas historias de vida nómada. En esta ocasión, exploramos otra manera de descubrir el mundo: el voluntariado. Hablamos de personas que eligen viajar y ser voluntarias en distintos lugares. Esta es la historia de Candela Benítez (24), una santarroseña que decidió, como muchos otros jóvenes, hacer de los viajes una forma de vida.
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Hasta los 12 años, Candela vivió en el barrio Rio Atuel de Santa Rosa, trasladándose luego con su familia a Villa del Busto. Su atracción por el inglés comenzó a los seis años y a los 15 ya anhelaba realizar un intercambio en Inglaterra para perfeccionarse en el idioma. «De ahí nació mi deseo de explorar fuera», relata. Esta aspiración la llevó a elegir una carrera vinculada al idioma, con proyección laboral internacional. Por eso, tras finalizar la secundaria se mudó a Córdoba para estudiar Turismo.
“Terminé la carrera en diciembre 2020 con pleno covid y cero turismo para ejercer. A principios de 2022 me encontraba trabajando mil horas en una oficina, en un rubro que no era lo mío”, reflexiona. Fue entonces, a los 22 años, cuando su curiosidad la llevó a buscar en internet cómo hacer para empezar a viajar. Ahí dio con los summer camps o campamentos de verano.
“No me cuadraba la idea de vivir trabajando y solo tener 15 días de vacaciones al año. Lo sigo sosteniendo. Abrí el mapa y empecé a buscar opciones, el sur argentino, Europa, Australia, había tanto y tantas opciones. Apliqué y conseguí trabajo en un summer camp. Ahí empezó la aventura, me fui a Estados Unidos, sola. Estuve allí haciendo temporada de verano trabajado con niños, adolescentes y con staff de distintas partes del mundo. Mi cabeza hizo un clic”.
Candela Benítez
Los voluntariados
Luego de esa experiencia, Candela no quiso parar y siguió buscando. Fue entonces cuando aparecieron los voluntariados, donde una persona puede ofrece su tiempo, habilidades y esfuerzo para trabajar en algún sitio o alguna causa. Es decir, canjean trabajo o ayuda por hospedaje y en algunos casos también comida.
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Tradicionalmente, los voluntariados eran asociados a labores humanitarias. No obstante, hoy en día hay un sinfín de opciones que permiten viajar a bajo costo, desde cuidar mascotas o niños y niñas en un hogar, hasta ayudar en la preservación de un antiguo monasterio budista. Sí, las oportunidades son bien variadas.
Gracias a esta forma de viajar, y a pesar de haber iniciado hace tan solo un año y medio, Candela tuvo la oportunidad de conocer países como México, donde realizó voluntariados como recepcionista en un hostal en Cancún y en un mini complejo de habitaciones en Puerto Escondido.
Luego, en España, un voluntariado la llevó a trabajar como mesera en un hotel rural, donde no solo atendía a los huéspedes, sino que también colaboraba en el huerto, alimentaba ovejas y guiaba rutas a caballo. «Nunca en mi vida me imaginé ahí y fue gratificante saber que me adapto fácil y no me limito«, afirma.
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Dónde buscar voluntariados
Existen plataformas colaborativas que permiten conectar anfitriones del mundo entero con los viajeros y viajeras. En estas, cada anfitrión publica el tipo de perfil que necesita y los viajeros aplican a las vacantes existentes.
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El objetivo es conectar personas que necesitan ayuda en determinadas tareas, con otras que están buscando viajar y necesitan un lugar para vivir. Entonces, ambas partes hacen el intercambio y así pueden cumplir cada una con su objetivo. Candela suele utilizar, por ejemplo, Worldpackers, que une viajeros con anfitriones en más de 140 países. Ofrecen proyectos en hostales, ONGs y proyectos ecológicos a cambio de alojamiento y otros beneficios. Se requiere una cuenta y la elección de uno de sus planes anual de 49 dólares.
WWOOF es otra plataforma conocida que permite viajar de forma económica colaborando con diversas comunidades o proyectos. Específicamente, se enfoca en granjas orgánicas y medio ambiente, conectando voluntarios con agricultores. HelpX por su parte, ofrece estancias cortas a cambio de trabajo en varios lugares. Ambos requieren membresías pagas.
Au pair
Otra forma popular de viajar trabajando de esta manera es ser niñera au pair. En noviembre de 2023, Candela se involucró en un voluntariado en Gante, Bélgica, para cuidar mellizos de 17 mese. Bebés, pañales, mamaderas y chupetes, todo x2. Vivía con ellos y su madre, los cuidaba a cambio de alojamiento y comida. Tan pronto como terminó se trasladó hasta Inglaterra, lugar donde se encuentra hoy, para trabajar también como Au pair al cuidado de una nena de 2 años y un nene de 5.
No fue fácil. El clima helado de Bélgica, los idiomas de ese país y los horarios le hicieron cuestionar su elección, incluso llegó a querer tomar un vuelo hacia el Caribe o cualquier país del hemisferio sur con playas. La corta duración de la luz solar, amanece a las 8 de la mañana y anochece a las 5:30 de la tarde, también fue impactante. Sin embargo, para ella, el aprendizaje continuo y el disfrute de las cosas simples compensa los aspectos negativos de vivir viajando, como no tener un hogar ni trabajo fijo o extrañar a familiares y amigos.
«Crecí muchísimo, principalmente en lo personal. Aprendí a decir que no a muchas cosas, para darle oportunidad al sí a otras. Aprendí a cuidarme el doble y entender que al viajar sola solo dependo de mí. Valoro mucho más lo simple, desde el sentarme con el mate frente a la ventana mientras el solcito me da en la cara, hasta la ayuda del chico que me acompañó 1am hasta la estación de bus porque estaba perdida. Entendí que lo material es solo material y que no necesito el ropero lleno de ropa porque no hay tal ropero, porque viajo con dos mochilas y ya. La ropa va y viene y si no entra en la mochi se regala«.
Candela Benítez
Ser valiente
Al final del día, Candela alienta a otros pampeanos y pampeanas de la edad que sean, que estén pensándolo, a atreverse a explorar lo que hay más allá:
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«Yo también estuve ahí y nunca nadie se arrepintió de haber sido valiente, frase que me quedo grabada desde que me la dijeron. Quizás es fácil decirlo, pero es animarse y tener las ganas, después vas conociendo gente, contactos y se van abriendo muchas muchas puertas, es como una bola que se va haciendo cada vez más grande. Siempre alguien te va a ayudar y siempre a algún otro argentino vas a cruzarte, andamos por todo el mundo nosotros«.
Candela Benítez
Pampeanos en el mundo es una sección que se propone contar historias, motivos y sentimientos de pampeanos que eligieron otro lugar de destino para vivir. Si querés compartir tu experiencia podés escribir a redaccion@lapampanoticias.com.ar.
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