“¡Los sueños están para cumplirse! Después de dos años de intentos hoy sale ¡la oportunidad de mi vida! Listo para el doctorado en Geología Planetaria y Ciencias Espaciales en Estados Unidos. Un pasito más cerca de vos NASA”. Juan Manuel Losarcos en Instagram.
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Juan Manuel Losarcos tiene 26 años y, aunque nació en Santiago del Estero, él dice que es pampeano, porque pampeano no solo se nace, también se hace y se elige. Atravesó la adolescencia pensando que iba a estudiar Medicina, pero cuando llegó a los 18 tuvo que cambiar de idea.
Para estudiar Medicina tenía que irse a vivir a otra provincia, pero ni él ni su familia tenían la posibilidad de llevar adelante esos costos. “Por cuestiones económicas decidí estudiar Geología y fue la mejor decisión que tomé en mi vida”, cuenta Juan. Se acuerda de su primera clase, era a las 9 de la mañana, en el auditorio, cursaba Geología general y el profesor se puso a explicarles que había geólogos que trabajaban estudiando el espacio.
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Después de esa clase Juan supo que existía la posibilidad de estudiar la Luna, de estudiar Marte, de que esa carrera lo podía llevar mucho más lejos de lo que él alguna vez había imaginado.
“Llévame a la Luna, déjame jugar entre las estrellas, déjame ver cómo es la primavera, en Júpiter y Marte. En otras palabras, sostén mi mano. En otras palabras, sé real”. “Fly me to the moon” – Frank Sinatra
El granito geológico y espacial ya estaba sembrado, y cuando uno sabe lo que quiere es más fácil empezar a trazar caminos. Juan ya había sacado una beca y había estado estudiando por unos meses en EEUU. Ahí conoció a muchos argentinos, entre ellos, Franco, un ingeniero mecatrónico de San Luis.
“Cuando me fui a la primera beca Fulbright estudié Machine Learning, que es como programación e inteligencia artificial, hice Física Avanzada del Universo y también Inglés. Ahí conocí a Fran y quedó una muy buena amistad. Cuando volví a la Argentina, me contacta Fan porque estaban buscando un geólogo que tenga conocimientos de machine learning y me invita a ser parte de un proyecto para enviar un robot a la luna”.
Juan Manuel Losarcos
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Así se formó un equipo interdisciplinario, todos estudiantes de menos de 25 años y todos de la Argentina. En seguida surgió el nombre del robot: “RoverTito”. El proyecto ganó la competencia organizada por la empresa Open Space y, aunque todavía no fue a la luna, lograron conseguir muy buenas inversiones.
“Cielo, estoy en el cielo. Y mi corazón late tanto que apenas puedo hablar. Y parece que encuentro la felicidad que busco”. “Cheek to Cheek” – Fred Astaire
El objetivo del proyecto era que encontraran posibles soluciones para los futuros asentamientos humanos en la luna. La NASA tiene la idea de que los asentamientos humanos estén por debajo de la superficie de la luna, en una especie de cuevas o “tubos de lava” aptas para la supervivencia de las personas.


En este sentido, Juan supo aprovechar los suelos de la provincia que tan bien conoce, porque en el oeste de La Pampa también hay tubos de lava y ahí pudieron comprobar la eficacia de la tecnología que quieren aplicar en la luna.
Después del proyecto del Rover, como le dice Juan, decidió que era el momento de aspirar a más. El plan era postularse a una beca que le permitiera trabajar con más proyectos de la NASA. De a poco se fue postulando.
Mientras tanto trabajó como volantero y uno de sus grandes logros era que caminaba más de 120 cuadras en 3 horas. También trabajó como mozo, trabajó en la panadería Santa Fe y hasta tuvo su propio emprendimiento de fútbol 5. Todos trabajos que, según dice, lo hicieron crecer mucho.
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Cinco veces se postuló a la beca Fulbright. Cuatro veces le dijeron que no. Cuatro veces lloró con frustración. Hasta que el año pasado, la última vez que aplicó, al fin le dijeron que sí y esta vez lloró de alegría. Lloró porque los sueños están para cumplirse, porque la NASA, la Luna, Marte y el espacio estaban cada vez más cerca.
“Las becas Fulbright de posgrado son de mucho prestigio y es muy difícil que te acepten. Así que fue una locura que con mis bases haya podido acceder. Yo soy un apasionado de las Ciencias Naturales, y, sobre todo, del espacio. Además, ¿quién no soñó de chico que alguna vez alcanzaría las estrellas?”.
Juan Manuel Losarcos


Ahora, mientras Juan espera a que le digan a qué universidad va a ir en Estados Unidos, trabaja como geólogo en la Secretaría de Recursos Hídricos. Está muy contento y trata de aprender todo lo que pueda antes de irse. La beca que le dieron es por cinco años y se iría en julio o en agosto de este año.
Todavía no sabe a qué Universidad va a ir, aunque las opciones son: Indiana, Texas e Illinois. Lo que sí sabe es que quiere que le salga la oportunidad de estudiar en Huston, Texas, donde ya se puso en contacto con la geóloga oficial de NASA de Marte y su tema de investigación sería hacer un doctorado en Marte.
“Pasos gigantes son lo que tomás, caminando en la luna, espero que mis piernas no se rompan, caminando en la luna, podríamos caminar por siempre, caminando en la luna, podríamos vivir juntos, caminando, caminando en la luna”. “Walking on the moon” – The Police
Todas las decisiones que se toman a lo largo de la vida implican cambios, pero Juan sabe que estos cambios que se vienen son realmente muy grandes. En primer lugar, tiene que vender todos sus instrumentos, hasta su guitarra, su compañera, la que siempre lleva en el auto para cuando “pinte”.


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“Para mí la música es algo terapéutico, siempre está ahí. Tengo una guitarra cargada en el auto y no falla, siempre que hay algún asado la termino buscando. A veces estoy mal y me pongo a charlar con un amigo y termino con la guitarra. La música es libertad”.
Juan Manuel Losarcos


También va a dejar atrás pareja, amistades, familia. Está como en una especie de montaña rusa de emociones: muy contento, ansioso, con muchos miedos, viviendo como en una especie de pausa hasta que se tenga que ir. Le gusta mucho la cultura americana, pero sabe que va a extrañar muchísimo a la Argentina.
“Uno se llena la boca hablando de qué lindo que es viajar, a mí me gusta mucho conocer culturas, conocer gente, comer comidas distintas, aprender otro idioma, me encanta. Pero cuando llega el momento es un sinfín de emociones. Tengo a mi vieja que me bancó siempre, tengo a mi abuela que es una mujer muy grande y sé que voy a estar muy lejos. Ni hablar el tema de la pareja o de mis amigos toda gente maravillosa que me bancó en un millón de cosas. Hoy se ven los banderines ganados, pero hubo muchas derrotas en el medio y todos me pusieron sus hombros para llorar y sus orejas para charlar”.
Juan Manuel Losarcos
“Todo el mundo está hablando de una tormenta, actúa como si no lo notaran, pero aquí está y aquí viene, aquí viene la luna, la luna, la luna, la luna, la luna […] Siempre se respira cuando es nuevo, mejorar las nubes a su alrededor, sí, lo es y aquí viene, aquí viene la luna, la luna, la luna”. «Here Comes the Moon» – George Harrison
La emoción es infinita y Juan no ve la hora de que llegue el momento de emprender el viaje. Mientras tanto disfruta del tiempo que le queda en La Pampa, porque los próximos cinco años son de aventuras, va a estar estudiando en EE.UU, unos pasitos más cerca de la Luna y de Marte. Un poco más cerca de ese niño que miraba las estrellas y que soñaba con alcanzarlas.
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