Denise Belcher tiene un hijo con discapacidad motriz, viven en la capital provincial y nos cuenta en esta nota las peripecias que vive para las actividades sociales y recreativas que realizan en familia.
En los últimos días se destacó en medios nacionales los programas de inclusión a nivel educativo de la provincia de La Pampa, incluso desatacados y recomendados como ejemplo por la Unión Europea. Sin embargo, una mamá pone en evidencia el contrapunto en otro ámbito en donde encuentra muchas barreras.
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Soy mama de 2 hij@s –Francesco e Isabella-, uno de ellos con parálisis cerebral, tiene 11 años, y usa silla de ruedas. A fines del 2019, aproximadamente, me enteré por un canal de televisión local, sobre la existencia de una bicicleta adaptada. Cuando finalizó la pandemia, quisimos acceder a ella en Santa Rosa, pero nadie sabía de su existencia.
Luego de dos meses pudimos dar con el sector indicado Turismo de la Municipal de Santa Rosa. Por una cuestión de secretarías y burocracia de espacio, lugares y funciones que les corresponde a cada una, llevó tiempo que pudieran ponerla en condiciones y buscarle un lugar.

Ese lugar fue la Laguna Don Tomás. Comenzamos a usarla bastante seguido. Luego vinieron los días fríos y dejamos de ir: a la mañana, o después de las 17.30, que salía de la escuela, ya estaba frío. Las últimas veces que quisimos usarla, llegamos al lugar y estaba desinflada por completo y nadie podía tomarse el trabajo de acomodarla. Nos pidieron que avisamos antes de ir a usarla, para que la inflen porque se designaba por el poco uso. No se cuántas familias saben de su existencia.
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Luego fuimos otra vez y nos dijieron que ahora estaba en la Estancia La Malvina. Nos pareció ridículo. Es un lugar difícil de andar con una bicicleta de ese peso y tamaño. Nos comunicamos por teléfono y nos dijieron que sólo de 8 a 18 horas y por no más de 60 minutos podía usarse y sólo en la parte asfaltada ,derecho desde la casa a la tranquera, 50 metros de asfalto -un pequeño trayecto, súper aburrido-.
El fin de semana que pasó, planeamos todo para ir: cargamos silla, bolso con merienda, bici de la hermana , bajamos todo, caminamos hasta la Estancia, Fran se sonreía y le divertía el plan del fin de semana: estaba todo, todo, cerrado. Me dio mucha bronca, enojo y tristeza. Afortunadamente no habíamos ido con dos amigos y sus bicis como era el plan inicial, lo cual falló y se remplazó porque los invitados no podían.
Por suerte seguimos caminando hasta la laguna para al menos pasear un poco, y canalizar el enojo. Vimos movimiento en el Club Náutico, nos acercamos y enseguida nos adaptaron y prepararon un kayak para poder remar un rato.
La verdad es que hay muy poca oferta recreativa para la discapacidad es difícil encontrar actividades para hacer, se presentan barreras todo el tiempo. Y agota.

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Si bien ahora son muchos los juegos adaptados que se han sumado en los parques, no se cuidan y los usan niños sin discapacidad, se suben de a varios y los adultos lo ven y no dicen nada. Cuando mi hija o yo los vemos siempre pensamos: «si este juego se rompe, hay algunos niños que no podrían usar otros que vos si podés. Son diferentes porque son para personas distintas que necesitan de este tipo de juegos»
Nos ha llegado a pasar de tener que esperar que varios niños se bajen de un juego adaptado para poder usarlo, que ningún adulto referente se acerque y les diga que lo hagan, estando nosotros ahí presentes con la silla. Es tarea de los adultos enseñarle eso a los niños porque llevó mucho tiempo y trabajo que esos juegos lleguen a estar ahí , y es una pena que se terminen rompiendo por el uso indebido.
Por suerte encontramos la propuesta del Cine Santa Rosa que es algo a lo que comenzamos a ir con Francesco y sus primos o amigos, es una actividad más a la que hoy podemos acceder. El Cine ofrece «funciones distendidas» butacas y un espacio para acceder con sillas.
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Creo que bicicletas debería haber muchas más, y en más lugares. El Ojo de Agua de Uriburu cuenta con 2 bicicletas y 3 sillas anfibio para acceder al agua. Santa Rosa, la capital de la provincia, solo cuenta con una, que «pertenece» a Turismo e irónicamente de difícil acceso.
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