Hoy se cumplen 17 años de la desaparición de Andrea López. Un caso emblemático de femicidio que sucedió en La Pampa, cuando todavía no existía esa carátula ni el “Ni Una Menos”.
Su ex pareja, el boxeador Víctor Purreta, fue condenado por el homicidio, pero nunca apareció el cuerpo. El Gobierno de La Pampa aumentó esta semana la recompensa a $750.000 por cualquier información de su paradero.
Hoy se realizarán en Santa Rosa diversos homenajes en su memoria. La Casa de Gobierno colocó una bandera en memoria de Andrea y a su lado una caja para que, quienes se comprometan con su búsqueda, dejen un cartel o mensaje que luego se hará visible. También habrá un acto a las 20.30 con velas.
La historia de un femicidio
El 9, ó el 10 de febrero del 2004, desapareció Andrea Noemí López de Santa Rosa. Tenía 25 años. Convivía con su hijo (entonces de 5), y su pareja, Víctor Purreta. Estaba embarazada de dos meses, según cuentan sus familiares. Era víctima de violencia de género y proxenetismo por parte de él.
Su cuerpo aún hoy es buscado. Él era boxeador profesional. Le decían “El Lince”. Campeón argentino en la categoría “welter”, en algún momento. Pero además manejaba un cabaret en Pehuajó. No le permitía tener demasiado contacto con su familia.
En su declaración dijo que esa madrugada discutieron. Que él se durmió. Que cuando despertó, alrededor de las 4 de la mañana, ella se había ido.
Algunos testigos lo vieron cerca de las cinco de la mañana en su camioneta. Entonces dijo que se levantó y fue a comprar cigarrillos, porque su esposa se los había llevado.
Julia Ferreyra es la mamá de Andrea. Y junto al hijo, Carlos Emanuel, sólo quieren saber dónde está. Sucedieron muchas cosas todos estos años. Excepto, Andrea.
Se realizaron excavaciones en Santa Rosa, y en campos en los alrededores para buscarla, búsquedas con georadares, se exhumaron cadáveres, también se sospechó que podía estar en una red de trata. Nunca la encontraron.
El 15 de junio de 2005, Víctor Purreta, fue condenado por “promoción y facilitación de la prostitución” en perjuicio de su mujer, ya desaparecida.
Estuvo preso dos años. Luego vinieron dos parejas más. Violencia, lesiones, proxenetismo nuevamente, y otras condenas leves.
En el 2012, su hijo, ya con 13 años, declaró en Cámara Gesell. Contó que su padre golpeó, le “dio rebencazos” y ahorcó a su madre, según relató el abogado.
Víctor fue detenido. En el 2014 lo condenaron a 18 años por el asesinato de su esposa. Pero fueron 25 años en total. Una pena unificada, por una condena anterior.
Hoy está preso en la Colonia Penal de Santa Rosa. Se volvió a casar dos veces. Da clases de boxeo. Nunca confesó qué fue lo que sucedió con Andrea. Un historia sin cerrar. Un cuerpo que no aparece. Y un caso emblemática de femicidio cuando todavía no existía esa palabra.
2021
Por estos días otro femicidio conmueve al país, se trata de Úrsula Bahillo (18), una adolescente que apuñalada por su ex novio policía, en Rojas, provincia de Buenos Aires. El sospechoso estaba bajo licencia psiquiátrica desde el año pasado. Hoy un pueblo entero se levanta para pedir Justicia.
Si sufrís violencia de género o sabés de alguien que esté en esa situación comunicate con la línea 144 ó 2954-619368 (Guardia Secretaría de la Mujer La Pampa).