Graciela Pérez, martillera pública y María Neveu, abogada, a partir de la historia que les contó el hijo de María una vez que viajó a Amsterdam en donde vio que en la ciudad capital de Países Bajos es frecuente encontrar buzones en el frente de las casas que para intercambiar libros, a ellas se les ocurrió hacer lo mismo en su oficina.
La idea también surgió porque la inmobiliaria y estudio jurídico se encuentra a pocos metros del Parque Mitre, por lo que las personas pueden tomar un libro, leerlo allí y devolverlo. Sin embargo, si se crea una conexión entre la persona y el libro ésta puede llevárselo a la casa y luego devolverlo o, simplemente, quedárselo y a cambio luego dejar otro.

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Cualquiera puede donar libros en buen estado simplemente dejándolos en el buzón. Está abierto las 24 horas todos los días, incluso cuenta con luz para poder ver los títulos y elegir cuál leer. Se puede visitar de forma regular y van variando tanto por la gente que los intercambia como por Graciela que los rota.
Los libros varían en sus temáticas, a pesar de ser un estudio jurídico y una inmobiliaria, hay libros de poesía, científicos, manuales, libros de recetas de cocina, cuentos, de yoga, revistas de cómics, novelas y también libros en otros idiomas como francés e italiano.

“Por suerte tuvimos muchísima aceptación, no entraban todos los libros en el buzón así que cuando entran algunos yo los voy rotando para que haya variedad. Vemos que la gente pasa, se lleva libros, deja otros, hay un ida y vuelta constante”.
Graciela Pérez
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Graciela cuenta que también le pasó de ver y leer libros que nunca hubiera ido a comprar por su propia cuenta, pero que al llegar a sus manos le nació la curiosidad y el interés por temáticas que no conocía o con las que nunca se había interiorizado.
“Nos gustaría que pasen los años y el buzón siga funcionando aunque nosotras no estemos o estemos jubiladas. Buscamos contagiar el espíritu de lectura, que se replique en las casas, en comercios, en oficinas, escuelas y en cualquier espacio que lo amerite. Hay mucha gente que tiene tantísima cantidad de libros que otro puede disfrutar y usar”.
Graciela Pérez
Quienes quieran buscar o dejar libros, el buzón está ubicado en Fantini 883 entre Lagos García y Pérez.
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