Liudmyla Rozum (53), vive en Kiev (Ucrania), pero parte de su árbol genealógico se desprendió a principios del 1900, y llegó hasta La Pampa. A cuatro semanas de la invasión rusa, ella y su familia resisten en su país.
Su apellido materno es Onischuk. Un hermano de su abuelo, Máximo -Maksim- Onischuk, emprendió un viaje en barco a principios del Siglo XX, escapando de la Revolución Rusa, que lo trajo hasta Argentina junto a tres amigos. No sabían adónde iban.
Primero llegaron a Buenos Aires. Máximo vivió y trabajó en un taller de la famosa tienda porteña Gath & Chaves. Allí aprendió el oficio de Sastre -como la mayoría de los ucranianos que emigraron en esa época-. Un día se subieron los tres a un tren, y llegaron hasta la última estación del Sarmiento: Toay, La Pampa. Su sastrería –La Nueva– llegó a ser muy reconocida y se expandió también hasta Santa Rosa y Pico. Incluso una calle en Toay lleva su nombre.
Siempre siguió la comunicación con sus familiares, con algunas intermitencias. Su nieto, Máximo Pérez Oneto, aún recuerda las cartas, y las cajas con ropa y regalos, que intercambiaban con Ucrania. La comunicación un día se cortó. El régimen soviético se endureció, y ya no hubo posibilidad de contacto. La hija de Máximo, Olga, la retomó, y en el año 1.992, luego de la caída de la Perestroika, fue hasta Kiev a conocerlos.
Hoy, su nieta -Mariana, redactora de esta nota- y otros familiares pampeanos que comparten apellido y genética, por la magia de las redes sociales, siguen en contacto con ella y eso hizo posible esta entrevista en plena guerra.
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Liudmyla nació y vive en Kiev, como casi toda su familia, trabaja en el área financiera de una empresa minera, también fue ejecutiva en Microsoft muchos años. Hace unos días dejó Kiev junto a su padre (84) quien necesita cuidados especiales. Ahora se instaló en el oeste de Ucrania, en la ciudad de Lviv.

Periodista: ¿Por qué seguís en Ucrania en plena guerra?
Liudmyla: Me quedé en Ucrania porque amo a mi país, estoy orgullosa de él. Creo en nuestra victoria sobre el enemigo. Tengo una familia aquí y todavía tengo un trabajo. Mientras Putin y su régimen estén vivos, el mundo entero está en peligro. No te escaparás de él. Es cuestión de tiempo.
Además no me gusta el estado de los refugiados, así que me quedaré en Ucrania mientras haya una oportunidad.
A tres semanas de comenzada la invasión rusa sobre Ucrania, según datos de Acnur (el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados), más de 3 millones de ucranianos dejaron su país, más de 100.000 personas escapan de la guerra por día. Los países limítrofes son el principal destino (Polonia, Rusia, Moldavia, Hungría, Rumania, Eslovaquia) Polonia, recibió a la mitad de ellos. La mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
P: ¿Cómo sigue tu vida y la de tu familia ahí?
L: Mi familia trabaja de forma remota en línea. Es bueno que exista esa oportunidad.
Mi hermana Larysa y su familia se quedaron en Kiev. Creen en la victoria y que la guerra terminará pronto. Pero muchos familiares ya viven temporalmente en el oeste de Ucrania.
P: ¿Tenés la oportunidad de irte?
L: Sí, tengo la oportunidad de salir. Muchos países europeos nos han ofrecido ayuda, estatus de refugiado y la oportunidad de trabajar en sus países de 1 a 3 años.
P: ¿Estaban preparados o esperando este accionar de Rusia?
L: No esperaba una invasión rusa a Ucrania en toda regla. Esto es una locura. Lo peor que esperaba fue cuando anexó Donbas.
P: ¿Qué sentís por los rusos?
L: Ahora los rusos son nuestros enemigos, y creo que durante mucho tiempo. Desafortunadamente, están zombis por la propaganda rusa distorsionada. La mayoría de ellos están convencidos de que estamos siendo ‘liberados’ del régimen ‘nazi’.

P: ¿Qué nos podés decir a nosotros que estamos en el sur de América, para poder entender qué sucede en los países del este?
L: Ucrania eligió un camino de desarrollo independiente después del colapso de la Unión Soviética. Rusia ha ganado fuerza a lo largo de los años, fortaleció su ejército y quiere reconstruir la Unión Soviética por la fuerza. Rusia, Bielorrusia y Ucrania deben entrar en él. Entonces, otros países deberían «unirse».
«¡Están disparando a las columnas de refugiados! Roban, burlan. Es como el fascismo.»
Los ucranianos están categóricamente en contra de tal «adhesión» militar y se resisten.

Las acciones de Rusia en Ucrania ya recuerdan la Guerra Mundial de violencia, el asesinato de civiles y el bombardeo de nuestras ciudades y corredores verdes. ¡Están disparando a las columnas de refugiados! Roban, burlan. Es como el fascismo.
Todos cerraron los ojos durante mucho tiempo: 8 años por las atrocidades de Rusia en Donbass. ¡E incluso hubo prisiones y torturaron a la gente! Hay evidencia.
Entonces no detuvimos a Putin, continuó. El mundo también guardó silencio cuando Crimea fue anexada y ocupada por Donbas. Ahora tenemos consecuencias.
Putin y sus seguidores son gente enferma. Era ilógico e incluso poco rentable atacarnos. Estas ya son ambiciones imperiales. Ahora nadie estará a salvo. Puede haber una guerra nuclear. Si somos capturados, los siguientes serán Polonia, Lituania, Letonia, Estonia e incluso Suecia. Ya han discutido esto en la televisión rusa.
Por eso Ucrania luchará hasta el final, hasta la victoria. ¡El estado de ánimo de la gente es combativo!
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