El Hogar de Ancianos de Santa Rosa, ubicado en Don Bosco 13 fue primero una maternidad, después una residencia de hombres y luego se tornó una residencia mixta. Antes era solo para los más necesitados, pero hoy cualquier adulto mayor que quiera vivir ahí puede solicitar ser parte de esa gran familia. El edificio fue creciendo en la medida en que se necesitó y hay obras que son necesarias para la practicidad y comodidad de los residentes.
Lee también Las #HistoriasDeAbuelos de La Pampa Noticias premiadas por el Consejo Publicitario Argentino
En este momento se está llevando a cabo una remodelación de la enfermería y el armado de sala de cuidados paliativos. Tiene por objetivo que los ancianos no tengan que salir del hogar para recurrir al sanatorio o al hospital por cuestiones de salud que, de tener el espacio adecuado, se podrían gestionar en el lugar.
La idea es que los residentes puedan tener acceso a colocarse suero, una vía, oxígeno u otros servicios y comodidades sin tener que ser derivados a instituciones sanitarias externas. Y en caso de que se encuentran en un estado de salud muy deteriorado y desmejorado puedan vivir sus últimos días en el hogar.
“Buscamos que sientan que mueren en su casa”.
Ana Lía Fité, vocera del Hogar de Ancianos
Ana sabe que cuando a los ancianos los ponen en Terapia, se abruman, se recuperan, muchas veces vuelven a la residencia, recaen y, si surge una complicación menor, los vuelven a llevan al hospital. Los ancianos se marean con tantos cambios. Por lo tanto, sería mucho mejor que estén todo el tiempo en el mismo lugar, un lugar que conocen, que es su casa, en el que la familia los pueda visitar, en el que otros residentes puedan verlo, escuchen las mismas voces y se mantengan en el mismo ambiente.
Lee también Día de los Abuelos: «ser escuchados y que puedan transmitir sus experiencias»
En muchas ocasiones se encuentran con que ya no pueden hacer más nada por la salud de los residentes y, en esos casos, se podría atender con las enfermeras y la doctora del hogar. Siempre mientras se pueda y no se requieran otros profesionales o equipamiento médico con el que no se dispone en el hogar.
En este contexto, la remodelación busca resolver la mayor cantidad de atención adecuada de la salud como así también que el espacio esté adecuado para la familia: que estén cómodos y puedan visitar a sus seres queridos sin problemas.
Todo surgió a partir de que un señor tenía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y era paciente de Lucía, la kinesióloga que trabaja en el hogar. Por su enfermedad, tenía una cama muy buena “de esas que sólo hay en sanatorios grandes” y pidió que después de su muerte fuera donado al hogar junto con un arnés para ayudar a incorporar pacientes y otros elementos que tenía en su internación domiciliaria. Así, nació la idea de hacer este espacio dentro del hogar, que esté al lado de la enfermería y que sirva para quien lo necesite.
Lee también #HistoriasDeAbuelos un proyecto solidario que puso a los abuelos «en la tapa»
“La enfermería tenía que remodelarse de todas formas, así que aprovechamos el momento para adaptarla a esta nueva sala de cuidados paliativos que planeamos hacer. Las va a conectar una ventana para poder atender y cuidar al abuelo, abuela o abuelos constantemente”.
Ana Lía Fité, vocera del Hogar de Ancianos
“Vamos a modificar también el lugar donde va a estar provisionalmente la enfermería durante la construcción y algunos sentidos de circulación van a cambiar, para que puedan pasar las camillas a la futura sala de cuidados paliativos. Por el momento hay que pasar al abuelo de la cama a una silla de ruedas, para luego pasarlo a la camilla. Por suerte eso con la remodelación se va a terminar”.
Ana Lía Fité, vocera del Hogar de Ancianos
Cuando se tengan todos los materiales y no haga tanto frío se va a empezar la construcción. La idea de esperar es para que se desarrolle en el menor tiempo posible, tanto por la circulación como para evitar que los espacios no estén mal calefaccionados.
Lee también Tere, memorias de una maestra pampeana
La Municipalidad donó la mano de obra y un monto de dinero, los socios aportan todos los meses y, por su parte, el hogar organiza ventas de pasteles y de empanadas. Con el dinero recaudado se fueron comprando aberturas y otros materiales de construcción. Además, aceptan donaciones y pedidos de pasteles que se encargan para los fines de semana al teléfono fijo: 2954-414552.
Se recuerda que el hogar dispone de andadores, bastones, sillas de ruedas, eleva inodoros, papagayos, chatas y otros elementos para prestar a quien necesite y evitar el gasto que supone comprarlos. A su vez, si tenés para donar estos elementos u otros similares el hogar los acepta. Y si querés, podés ser socio y colaborar con $1500 pesos por mes al teléfono 414552 o acercándote a su dirección Don Bosco 13.
*****
Este contenido es posible gracias al apoyo de nuestros lectores y auspiciantes. Compartí esta nota, opiná, y publicitá en nuestra web, para promover un periodismo distinto en la región: Contacto y Publicidad