Personas como caminos y puentes

«Y entramos en La Pampa nomás. Nos recibió la familia Madies en Don Clemente de una forma increíble. Avena para los pingos y un buen plato de comida para mí. Cuestión que no pudo haber tenido mejor comienzo el recorrido por esta linda provincia. Familias increíbles y gente muy campera. Mucho monte de caldén y paisajes interminables. Gente de primera que sigue recibiéndonos .

Marcos Villamil está recorriendo el país con sus tres caballos, pasó por La Pampa.

«Comimos en la mesa Agustín y Norma (94 y 90 años) y sus nietos. A la noche compartimos un lechón que cocinaron Juan y Manuel (los nietos) y se sumó Adrián (hijo de Agustín y Norma) y lo acompañamos con unos vinos.

Ahí nomás modifiqué mis paradas (sucede muy seguido) a partir de lo que me dijeron Juan y Manuel. Asique al día siguiente salimos muy temprano (4am) para Blanca Grande. Nos agarro un poco de lluvia al final y decidimos quedarnos con Hugo y Adalberto un día para que descansaran los pingos.

Después del día de descanso encaramos para lo de Azcarate en la Ea San Bernardo, donde Alexis y Beto nos recibieron de lujo. Los pingos comieron buen pasto y a mí me ofrecieron dormir en una casita. Después de dormir una siesta escuchaba charla cerca de mí puerta y salí. Ahí estaba Tito Ansorena que nos invitó a visitar su campo al día siguiente. Un lujo como se va armando la ruta a partir de las personas. Los puentes y caminos en este viaje son las personas, sin lugar a dudas.»