La Pampa 2024
En el oeste pampeano, por la zona de El Sauzal, la chacra de Guillermo Forcinito se erige como un testimonio de esfuerzo, dedicación y visión a largo plazo. Durante los últimos 18 años, este productor y su familia transformaron una parcela en un próspero proyecto agrícola que abarca ciruelos, hortalizas, pasturas y una innovadora producción de hongos gírgolas. Desde #LPN conversamos con este emprendedor para conocer detalles del emprendimiento.
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«Peuma Hue», que en mapuche se traduce como «lugar de sueños», es el nombre que Guillermo Forcinito y su esposa, Libertad Gloria Argentina (curiosamente, así se llama), eligieron hace casi una década para bautizar su chacra. Recientemente, obtuvieron la adjudicación de la propiedad a su nombre. Sin embargo, son conscientes de que, a pesar de los logros alcanzados, el camino aún presenta desafíos.
El recorrido de Forcinito es una historia de adaptación y crecimiento. Inicialmente centrada en el cultivo de ciruelas, la chacra evolucionó a lo largo de los años, incluyendo la implementación de un secadero artesanal y una pequeña fábrica de conservas habilitada con el respaldo municipal.
Además de las ciruelas, diversificaron su producción con el cultivo de alfalfa y, más recientemente, con hortalizas como zapallo y cebolla. Este enfoque estratégico, basado en productos de larga durabilidad, permite a la familia elegir el momento óptimo para la comercialización, especialmente considerando su ubicación alejada de los principales mercados. En cuanto a la distribución, el productor menciona:
«Actualmente cargamos en camiones, ocasionalmente hacia Santa Rosa o General Acha, e incluso para el Valle de Río Negro. Localmente, abastecemos las verdulerías locales, aunque reconocemos que no es suficiente para alcanzar el volumen deseado«.
Guillermo
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Producción de hongos
El verdadero punto de inflexión en este proyecto es la producción de hongos gírgolas. Forcinito se sumergió en el estudio y la implementación de esta técnica durante la pandemia en 2020. A través de cursos en línea, logró concretar la primera cosecha en la primavera de 2021. Este hongo comestible, cultivado sobre troncos de álamo, ha generado interés y curiosidad en diversos lugares, consolidándose como el caballito de batalla del emprendimiento.
La técnica de cultivo de hongos en troncos es una danza delicada entre el micelio y el tronco, donde la colonización del hongo se convierte en una auténtica sinfonía de la naturaleza. «Es fascinante observar cómo el hongo degrada la celulosa del tronco, transformándola en azúcares que le sirven de sustento», explica Forcinito.
En términos de comercialización, los primeros años de producción de hongos fueron modestos, pero prometedores. Forcinito destaca que, aunque los volúmenes no son masivos, los productos tienen una excelente aceptación en la comunidad, especialmente entre aquellas personas que valoran la comida sana y sostenible.
“Hasta ahora, de los que lo probaron, no encontré a nadie al que no le hayan gustado. Hicimos un producto en forma casera que lo queremos ahora industrializar a partir del año que viene, que es un escabeche de gírgolas, que queda realmente muy rico y que se puede vender para una picada, para poner arriba de una pizza y muchas cosas más”.
Guillermo
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A medida que la producción de hongos se consolida, Forcinito y su esposa, Libertad, están enfocados en llevar su emprendimiento a nuevos niveles. La visión de convertir la chacra en un referente de hongos patagónicos se vislumbra en el horizonte del próximo año, y la incursión en redes sociales e Instagram se encuentra en proceso.
“La comprobación de que el sistema funciona ya la tenemos, entonces ahora ya nos largamos a una escala mayor, vamos a tratar de multiplicar paulatinamente la producción para poder ya tener una comercialización estable”.
Guillermo
Pueden contactarse con la chacra vía mail a peumahue@gmail.com o Facebook
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