Pedrito, el hijo del polista Eduardo «Ruso» Heguy, el 5 de febrero tuvo un accidente jugando un torneo de polo en La Pampa y sufrió una seria caída. Tras 84 días de internación, pudo volver a su casa, recuperó el habla, la conciencia y superó infecciones. «Hemos superado una nueva etapa» , mencionó el Ruso Heguy en un video publicado en su cuenta de Instagram.
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Estuvo durante tres semanas en coma farmacológico. “Las primeras horas fueron clave: en el hospital de Intendente Alvear, en La Pampa, le salvaron la vida«, menciona Eduardo en una entrevista para Clarín.
«Pedro ya nos pedía volver a su casa, nos decía que ese no era su cuarto y que quería ver a sus hermanos», relata Eduardo en una entrevista vía WhatsApp con LPN. El sábado, el hijo del el exback de Indios Chapaleufú II, pudo reencontrarse con su familia, su perrita Lola y con su hogar. «La llegada fue emocionante, Pedrito tenía una felicidad inmensa y una sonrisa de oreja a oreja»
La «incertidumbre» fue dura de sobrellevar para la familia Heguy. En un principio no sabían si Pedrito podría volver a su casa a los seis meses, o al año. Pero al cabo de los tres meses y gracias a una acelerada recuperación, pudo reencontrarse con los que más quiere. «Los procesos se fueron dando muy aceleradamente, le está poniendo una garra tremenda, es un nene que tiene 11 años y es increíble la fuerza que le ponen los más chicos», nos cuenta el Ruso Heguy.
La caída sucedió en el segundo torneo de Pedrito «con los grandes» según relata Eduardo en una entrevista con Clarín. Una acción imprudente ocasionada por un jugador, repercutió contra el caballo de Pedro y él cayó de nuca. «Ahora tiene parte del cráneo desplaquetado y anda con un casco, lo tenemos que cuidar constantemente cuando se mueve» agrega Eduardo.
La vuelta a casa también significó un cambio en cuánto a los estímulos que recibe. «Puede jugar con sus hermanas, con su perra Lola, tiene el jardín, a diferencia del hospital en donde pasaba de su habitación al gimnasio de rehabilitación, ahora el entorno ayuda».
La fe es algo de lo que la familia se aferró. Ayudó para mantener el «optimismo» y la «esperanza». Eduardo cuenta que es un cristiano «vago» pero que nunca rezó tantos rosarios como en esta oportunidad. «La fe es fundamental», relata el Ruso Heguy. Además se muestra sumamente agradecido con todas las personas que le transmitieron su apoyo, desde su familia y amigos hasta desconocidos a través de las redes sociales, en donde no faltaron «mensajes de apoyo, cadenas de oraciones y saludos».
«Cuando a uno le suceden estas cosas, le reacomodan la estantería y le empieza a dar importancia a las cosas que realmente son importantes, esto fue como un parate en la vida», concluye el padre de Pedrito.