El 4 de noviembre se llevó a cabo la audiencia pública por el abordaje del impacto ambiental del proyecto sobre la Planta Generadora de Energía CSR/Biomasa de Lonquimay, que será desarrollada por la empresa PAMPetrol. El evento se llevó adelante en la Casa de la Cultura Manolo Riego en Lonquimay, La Pampa: «Tener este lugar lleno para debatir algo que trata sobre el futuro de los lonquimayenses es algo digno de celebrar», expresó Manuel Feito, intendente del pueblo anfitrión.
La jornada comenzó con unas palabras del subsecretario de Ambiente de La Pampa, Fabián Tittarelli, y la posterior presentación del proyecto en cuestión, a cargo del equipo técnico encabezado por el magister Alberto Gurruchaga y acompañado por Daniel Debandi, Ricardo Debandi y Álvaro Berguño.
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Finalizada la exposición, se les cedió la palabra a todos los oradores que de manera previa se inscribieron para dar su opinión sobre el asunto o manifestar alguna duda. Entre ellos, participaron intendentes de múltiples localidades, subsecretarios, diputados provinciales, consultores y especialistas en ambiente, en salud y en ingeniería, representantes de sindicatos y vecinos de Lonquimay.
Según la empresa de energía, el proyecto de la planta generadora de energía tiene como objetivo el aprovechamiento de la fracción de rechazo de los residuos sólidos urbanos (RSU) desechados por las Microrregiones 1, 2, 6 y 7, mediante la gasificación del combustible sólido recuperado (CSR), lo que produce gas de síntesis o “syngas” como combustible de motogeneradores para la generación de energía eléctrica.
«La tecnología de gasificación, en el análisis, es lejos la tecnología que permite gestionar de la mejor manera esto. Es un proceso de combustión con déficit de aire, que lo que hace es desarmar moléculas y armar unas más livianas, gasificando elementos sólidos«.
Mg. Alberto Gurruchaga – Asesor técnico
La planta de generación de energía a partir de CSR, permite además gasificación de biomasa, que es la materia orgánica utilizada como fuente de energía renovable, que puede ser de recursos generados actividades agrícolas y forestales, como también de los RSU.
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Tendrá una capacidad para gasificar 60 toneladas al día de residuos provenientes de 45 localidades y se instalará en un predio distante a 4,2 kilómetros al este de la localidad de Lonquimay. Abarcará una superficie aproximada de 4,5 hectáreas: «La ventaja de este lugar y una de las razones por las cuales se eligió, además de lo dicho por el intendente, es la línea 33 Kv de APE que pasa por el sitio y la posibilidad de construir ahí una subestación transformadora», explicó el asesor técnico.
Una de las principales causas que vendría a solucionar es la problemática alrededor de la dificultad de establecer zonas seguras para construir celdas de disposición final, contenedores donde van a parar todos aquellos residuos de rechazo, debido al incremento de las precipitaciones durante las últimas décadas en la región pampeana subhúmeda, que comprende la zona noreste de la provincia.
Junto al relieve llano y carente de pendientes considerables, produce constantes inundaciones en cientos de miles de hectáreas, lo que impide que se establezcan celdas de disposición final que no corran riesgo de contaminar el suelo o los acuíferos.
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La planta de generación de energía, según apunta Gurruchaga, también llegaría en parte como una respuesta a la manera «antigua» que varios municipios provinciales tienen de deshacerse de los residuos de rechazo, que son aquellos que luego de un proceso de clasificación, no pueden ser reciclados, aprovechados ni reutilizados, y que son quemados en hornos muchas veces «artesanales» que liberan gases de efecto invernadero a la atmósfera, entre tantas contras.
En algunas otras localidades, se arman especies de «fardos» con los residuos de rechazo que luego se depositan en sectores pocos adecuados, muchas veces en vertederos, algo que resulta contaminante para el suelo y las napas.
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«Estamos dilapidando energía en cada uno de los vertederos y estamos comprometiendo la situación atmosférica, estamos incorporándole un vector de crecimiento a esas emisiones que es directamente proporcional a la cantidad de residuos que generamos”.
Mg. Alberto Gurruchaga – Asesor Técnico
Otro dato importante, es que este proyecto busca la financiación del Banco Internacional de Desarrollo (BID): «El BID no pone plata en cualquier tipo de proyecto. Lo siguen, lo catalogan y lo toman en cuenta, porque realmente el impacto es necesario. También saber que el control posterior del BID es realmente intensivo», comentó Feito.
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