Rebrote. Segunda ola. Aislamiento. Vacuna. Cuántas palabras incluimos en nuestro lenguaje diario desde que la pandemia irrumpió en nuestra vida. Hay otras cuestiones que van más allá del discurso y tienen más que ver con la acción.
¿Cómo nos adaptamos ante un escenario nuevo y lleno de incertidumbre?
“Así como un artista logra dar vida a través de un proceso transformador a un trozo de arcilla convirtiéndolo en una obra de arte, los líderes en las organizaciones tienen la tarea y la responsabilidad de dar vida a su empresa, convirtiéndola en un ámbito de resonancia emocional, espiritualidad y valor económico” reflexiona Sebastián Sánchez Fay, especialista en comunicación.
Liderar requiere hacerse las preguntas correctas
Para Sebastián estamos en un momento que nos obliga a tomar decisiones. No es momento de dudar o de culpar a aquello que no podemos gestionar. Es momento de interponer la calma y sembrar un sano optimismo.
Para muchos es momento de angustia, no sólo por la crisis humanitaria – que es la prioridad de la que no debemos alejarnos- sino porque en el resto de los frentes no sabemos cómo será el futuro. Se requieren liderazgos renovados que se hagan preguntas que, hasta ahora, tal vez no nos habíamos formulado.
¿Adónde voy?
El mundo ha cambiado. “Aún no tenemos una noción de lo que ha provocado este evento, pero pensémoslo así: algo que no sabemos cómo termina y puede matarnos dispara emociones, aplausos a las 21 hs a los médicos y enfermeros que mantienen la rueda girando, gente cantando en los balcones, y otras expresiones de la angustia y la sensación de muerte”, explica Sebastián.
Esta revolución de las sensaciones cambiará la percepción sobre lo que consumimos y cómo lo consumimos; generaciones de niños y adolescentes recordarán el 2020 como el año que vivimos en peligro, pero también sus padres y los jóvenes que empezaban a conocer el mundo del trabajo lo recordarán así. “En la segunda guerra mundial, las mujeres comenzaron a trabajar en las fábricas, aunque nadie se lo hubiera imaginado antes”.
Hablemos de liderazgos
El liderazgo basado en principios ha llegado para quedarse y se intensificará más aún después de esta pandemia. Si analizamos la historia de catástrofes similares, existe en todas ellas un punto en común: grandes transiciones de liderazgo. No sólo cambia el modelo de aversión al riesgo, también cambia el modelo mental para analizar los fenómenos y cambian las generaciones que tienen que ‘cablear’ al mundo nuevo.
La participación de múltiples generaciones y perfiles obliga a compatibilizar sistemas de valores diferentes, mientras que los contextos cambiantes y volátiles implican una capacidad de respuesta que sólo puede lograrse con estructuras poco jerárquicas y ágiles que permitan, a través de la conversación colectiva, generar impactos en el contexto y adaptaciones permanentes.
El nuevo paradigma obliga a desaprender mucho de lo que hoy es base fundacional de las empresas. Cuanto más rígidas las estructuras, mayor será la energía que se deberá invertir en el cambio.