El objetivo central de las políticas públicas es distribuir recursos económicos de manera equitativa. El gasto público social (GPS) es el dinero invertido en educación, salud y programas sociales. En este sentido, Argentina es el país con el mayor nivel de GPS de la región, en relación al Producto Bruto Interno (PBI) y presenta incrementos sostenidos en el tiempo, durante sucesivos gobiernos.
Sin embargo, los grupos sociales con disponibilidad de recursos, optan por servicios ofrecidos por el sector privado y el aumento del gasto social es un perjuicio, generando doble o triple aporte (impuestos / cuota escolar/ aporte a obra social o pre pagas / gastos de bolsillos).
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En los grupos de bajos recursos, la falta de políticas públicas eficientes se traducen en:
- Baja calidad en aprendizaje escolar
- Decreciente porcentaje de graduación en educación media
- Inequidad y accesibilidad dificultosa a los servicios de salud
- Inseguridad alimentaria. Aporte nutricional limitado
- Aumento la obesidad en la población vulnerable
- Déficit habitacional cualitativo y cuantitativo
- Segregación residencial e injusticia ambiental
La estructura de los riesgos sociales está agravada por la precarización del mercado laboral, con inserción laboral inestable e informal. La juventud con aumentos en las credenciales educativas y la creciente participación de la mujer en el mercado laboral, carece de respuesta.
Como consecuencia, en nuestra provincia, la juventud migra y la población envejece, generando impacto económico, aumento de prestaciones estatales, limitada prosperidad y estancamiento crónico.
«En nuestra provincia, la juventud migra y la población envejece…»
La proliferación del empleo de baja calidad, genera empobrecimiento con impacto en los ingresos familiares, en las canastas alimentarias y en la protección de servicios sociales de base contributiva.
La incapacidad del sistema, para gestionar contingencias, sumerge a las personas en la trampa de la pobreza. La gente hace gran esfuerzo para no entrar en una economía sumergida y cuando no lo logra, ingresa a la precariedad. No recibe los beneficios de inmediato y tiene que demostrar que es pobre para acceder a beneficios sociales.
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Y cuando hace el esfuerzo por dejar de ser pobre, pierde los subsidios y las bajas remuneración a percibir lo que no compensa la pérdida. Este círculo vicioso es una trampa, es un desincentivo para aceptar trabajos mal remunerados o tratar de mejorar sus ingresos.
Las condiciones de vida que impone la pobreza aumentan las probabilidades de enfermedad, es el sector más vulnerable, con alto impacto en el sistema de salud provincial, que no ha resuelto las desigualdades del propio sistema.
Si bien la población tiene la posibilidad de acceder a los servicios de salud, los sectores de menores recursos son quienes se realizan menor cantidad de estudios y consultas preventivas, mientras que son los sectores con mayor carga de morbilidad. Paradójicamente, quienes más necesitan utilizar los servicios, son quienes menos lo hacen.

La inequidad dice presente
La inauguración de un hospital de alta complejidad, con alta expectativas de atención y tecnología, es una solución parcial a esta problemática.
La realidad es que se inauguró un mega edificio, que llevó diez años su construcción, que cuenta con algunos servicios y por ahora sigue siendo un proyecto de alta complejidad.
El gobierno provincial impulsó un plan de fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria, para recuperar y poner los hospitales provinciales en condiciones. Pero es necesario sostener la inversión y concretarla.
Requiere de programas de inversión permanente para mantener la infraestructura. Requiere de rutas para llegar al nivel de atención requerido o redes de traslado eficientes.
La tecnología de última generación incorporada, como algo novedoso, llega tarde al sector público de la provincia, duplica la capacidad instalada y no es garantía de mejor salud.
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Estamos lejos de iniciar la reforma del sistema de salud provincial, de lograr atención integrada y accesible. Es necesario desarrollar herramientas de gestión y control de calidad.
La inauguración debe ser acompañada en forma inmediata de medidas concretas de funcionamiento y corrección del deterioro actual. Si el plan de acción preelectoral se cumple, vamos por buen camino, caso contrario otra vez la clase política va a defraudar a la sociedad.
A la fecha, la pobreza, el envejecimiento poblacional, la falta de crecimiento del sector privado y la baja oferta laboral describen un panorama difícil de solucionar. La actualización del sistema de salud es una tarea pendiente y la integración entre sectores sufre un marcado deterioro.
Lic. Gustavo Gheller Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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