Las personas están expuestas a riesgos laborales o enfermedades profesionales y por esta razón deben estar involucrados de forma activa en programas educativos, que permitan generar hábitos saludables ergonómicos.
La salud psicosomática está expuesta, independientemente de la tarea laboral que se realice, y mensurar el impacto o el riesgo en el puesto de trabajo permite prevenir las consecuencias.
Según el nivel de protagonismo que tenga el riesgo laboral, va a ser el grado de prevención necesaria desarrollar y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) defiende las condiciones de trabajo que garanticen la seguridad y la salud laboral.
Un derecho para los trabajadores y una obligación para empleadores
Las agrupaciones gremiales tienen un rol fundamental en la defensa de este derecho del trabajador.
No obstante, la participación activa de la persona y el autocuidado de la salud laboral, es de transcendental importancia.
¿Cómo? Creando entornos de trabajo seguro y saludables fomentamos la productividad, la eficiencia y la calidad de vida.
La ergonomía y la salud laboral son poderosas herramientas que permiten promover y proteger al trabajador, en el ámbito laboral, adaptando el espacio, las herramientas o las tareas a la persona.
Para controlar el entorno y el puesto de trabajo
Actuar sobre el confort del ambiente. Revisar el nivel de iluminación y la temperatura.
Medir el nivel ruido. Es uno de los contaminantes laborales más comunes.
Diseñar puestos y equipos de trabajo, con la carga psicofísica adecuada, evitando riesgos de fatiga física y mental.
Controlar y regular los recursos tecnológicos, en base a la capacidad humana. El uso y abuso de las nuevas tecnologías genera problemas de salud.
Selección de herramientas, equipos o mobiliario de oficinas, optimizando la relación con la persona, independientemente de la labor que desarrollen.
Analizar horarios, turnos y ritmos de la jornada laboral.
Ponderar el descanso durante la jornada laboral y el cuidado de la postura.
Las Pausas Activas, que se definen como el uso de un breve espacio de tiempo en la jornada laboral, con el fin de recuperar energías, puede compensar la demanda laboral y revertir la fatiga ocasionados por el trabajo. Su implementación es un excelente complemento para las medidas descriptas.
La aplicación de Pausas Activas en los puestos de trabajo, previene lesiones, corrige posturas, mitiga el agotamiento visual y contaminación auditiva. También previene dolores musculo esqueléticos y articulares.
Además, los hábitos saludables en la vida cotidiana, pueden incidir positivamente en el bienestar físico, mental y social.
Podemos concluir y repetir que en el ámbito laboral está implícito el riesgo de sufrir pérdida de su equilibrio de la salud influido por la tarea en sí y minimizar los posibles factores de riesgo con acciones directas, es el camino a seguir.
Favorecer la educación, la difusión de consejos saludables, el autocuidado, la conciencia colectiva y visibilizar hábitos incorrectos en el ámbito laboral, aporta soluciones.
Lic. Gustavo Gheller es Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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